En esta segunda entrada nos centraremos en las características y tipos de graffiti que encontramos en cualquier entorno urbano, completaremos por tanto la información anterior sobre historia y desarrollo.
El graffiti es una pintada o inscripción netamente urbano, que puede realizarse en multitud de espacios y soportes físicos donde la ciudad además de ser espacio de desarrollo, determina su sentido y propia razón de ser. Por ello podemos aseverar que la primera característica del graffiti es que es una expresión urbana.
Los grafiteros no suelen firmar sus obras, por lo que habitualmente son anónimas y también espontáneas , ya que en la mayor parte de los casos son obras improvisadas.
El artista urbano suele ser muy creativo, curiosamente favorecido por la escasez de medios para la representación, el medio en el que se mueve, algunas veces con un alto grado de marginalidad , y con una naturaleza rebelde propiciada por el mensaje de denuncia social, crítica política, además de su naturaleza de pintada ilegal.
Otra característica del graffiti es su múltiple interpretación de contenido, es decir, que se presta a lo visible y a interpretar otras aspectos a veces difícilmente apreciables. Además es una obra efímera, su creador es consciente que estas obra quedan permanentemente expuestas a desaparecer, se asume ese rol temporal.
En cuanto a los diferentes tipos de graffiti mencionaríamos un número extenso por estética, dimensión, estructura e incluso zonas de origen del grafismo. Nos centraremos en graffitis populares y en aquellos que por su composición y estética mantengan ciertas peculiaridades, destacamos:
Estilo salvaje (wild style), se caracteriza por contener letras y trazos aparentemente desordenados, apareciendo además figuras espirales, circulares o flechas, siendo este último su elemento más emblemático.
Los Tags se caracterizan por ser obras sencillas que requieren poco tiempo. Su finalidad es dejar sobre la mayor superficie posible la firma del autor. En este tipo de graffiti pueden diferenciarse tres estilos correspondientes a las zonas neoyorquinas más importantes en el desarrollo de este arte, Brooklyn, Brogway y Bronx. El primero se caracteriza por tener las letras separadas y aparecen elementos como corazones, círculos o flechas… El estilo Brogway tiene letras más alargadas, finas y juntas. Por último el estilo Bronx se compone de una combinación de dos estilos. Esta tipología de graffiti puede llevar Outlines, es decir, borde en el entorno de la firma.
Estilo letras burbuja (Bubble Letter), característico por tener letras redondeadas y grandes, siendo un estilo muy sencillo y popular. El Model Pastel , es uno de los estilos más populares, el grafitero busca su propio estilo mediante obras complejas. A diferencia del resto, este estilo busca tridimensionalidad, cambiando el ángulo de las letras y sus colores de relleno, convirtiéndose en un graffiti donde aspectos como el volumen, el color y la estética tenga el mismo peso que el texto.
Los Throw Ups, cuya finalidad era conseguir cantidad de grafismo en detrimento de la calidad de los mismos. Son graffitis donde se crean efectos increíbles en poco tiempo.
Estilo Dirty se caracteriza por su informalidad y gusto por lo estridente, utilizándose colores repelentes, en ocasiones los artistas utilizan estos colores pero con dibujos muy correctos.
El Block Letter, su finalidad es la legibilidad del contenido y su facilidad de interpretación, por lo que se utilizan letras grandes y gruesas, así como rellenos simples.
Podríamos detenernos en más estilos ya que de los anteriormente mencionados, surgen interpretaciones y estéticas similares a estas primeras raíces, el graffiti es un arte urbano que facilita un acceso directo al creador y democratiza la expresión a extremos envidiables por otras técnicas, su evolución ha sido permanente, convirtiéndose en símbolos culturas e iconos de una época.