miércoles, 12 de julio de 2017

Encaústica: Historia y usos.


La encaústica  es una de las técnicas más antiguas que se conocen, se caracteriza por el uso de la cera como aglutinante del pigmento, que a  cierta temperatura funde con el color, enfríandose en superficie y solidificándose como base estable. 
En la Antigüa Grecia se conocía como enkaustikos (grabar a fuego), y en Roma parece que su uso se acentúo en la decoración de los barcos, donde la cera y el pigmento no solo decoraba los cascos, también suponían un elemento de impermeabilización del agua y la sal.
En siglos venideros la encaústica cae en desuso hasta la llegada del medievo, teniendo altibajos hasta el s. XVIII y XIX, donde autores como E. Delacroix utilizaran este medio para tratar sus colores, asentando la base técnica para su utilización en artistas posteriores como J. Johns, M. Toussaint.


 Retrato de mujer (c. 160-180 d.C.), probablemente de Tebas (Egipto). Madera de tilo pintada a la encáustica.


Su aplicación y uso admite múltiples variables, puede verterse muy caliente en emulsión líquida sobre el soporte, y una vez fría puede empezarse a pintar sobre ella, después se aplicaría una fuente de calor para que el fundido del color y la cera quede más uniforme. 
También puede utilizarse como aglutinante o medium al pigmento, después se aplicaría siempre caliente evitando que solidifique. 
Por su naturaleza  la encáustica puede ser esculpida, tallada, texturizada, alterada y combinada con diferentes técnicas. Ha sido un material polivalente y muy resitente que permite una conservación óptima y perdurable. 
 


 Cera Virgen de abeja. (placas)

viernes, 5 de mayo de 2017

Acuarela: Un acercamiento al origen




Los historiadores señalan las primeras acuarelas en China en el s I. a.c, coincidiendo con la invención del papel y su posterior desarrollo caligráfico y creativo. Su desarrollo en el Lejano Oriente fue rápido y existoso, muy conocida es la técnica del Sumi-e, que al igual que la acuarela utiliza base de agua, pero con el ligero matiz del uso del color, en el caso del Sumi su desarrollo en papel es monócromo, mientras que la acuarela utiliza una amplia gama de colores combinativos. 




No será  hasta  finales del s.XV cuando aparezcan la  primeras acuarelas en Europa, siendo el italiano Raffaello Santi quién en grandes cartulinas esboce los primeros dibujos para sus posteriores y definitivos tapices. 
Como técnica anterior a las primeras acuarelas encontramos los frescos, técnica que utiliza el pigmento acuoso sobre pared de yeso húmedo, pero que a diferencia de la acuarela usa un sorporte permanente y estable, con un carácter definitivo, y a veces monumental asociado necesariamente a la arquitectura como arte mayor. 
Alberto Durero en Alemania también utilizó la acuarela, y tuvo tal inlfuencia que favoreció posteriormente la creación en el S.XVI de la primera academia de acuarela por Hans Bol.  
Y así podemos nombrar grandes artistas como T. Gainsborough o Constable (S.XVIII), verdaderos referentes de la acuarela posterior, o Sandby el padre de la acuarela británica, sin olvidar al gran William Turner, precursor de esta técnica en las futuras vanguardias europeas, a las que hay que reconocer su labro en la difusión y uso de diversas técnicas artisticas, sin la cuales en la actualidad no se podría enterder el proceso formativo de los niños. 


                               


Hoy en día,  la acuarela es una técnica en auge que sigue cada vez más gente, probablemente por el atractivo de sus materiales, por su asociación a la  naturaleza, a la pintura al aire libre, por su rápidos resultados o por su sencillez preparatoria que lleva a la impronta y espontaneidad de quién lo pinta magistralmente. Sea como fuere la técnica de la acuarela, se encuentra en nuestra opinión, en la órbita de aquellas técnicas conocidas como mayores, habiéndo superado su aspecto auxiliar y meramente preparatorio, a favor de la concreción final de resultados, en algunas obras a la altura de los mejores museos del mundo.